De mayor quiero ser KellyKapouski. Porque sólo ella es capaz de llevar esos pantalones tan horteras y seguir sonriendo. y hacer que los demás sonrían. y que SackMorris le guiñe un ojo y la invite a su casa (con esos padres super-enrrollados). a su super -habitación con moqueta impoluta y la cama siempre hecha y los libros siempre tan bien ordenados (cuando uno se está todo el día dando el lote con KellyKapouski es difícil estudiar y cuando uno no estudia y no toca un libro resulta muy fácil mantenerlos ordenados: lógica aplastante). KellyKapouski no necesitaba ser educada y correcta, porque KellyKapouski era femenina, y eso, como decía Lucía Echevarría, es destino. las mujeres femeninas como ella se pueden tirar el erupto más grande del mundo y después taparse la boquita tímidamente e incluso esbozar un dulce " perdón"y aquinohapasadonada, pero te lo tiras tú, que jugabas de pequeña con tu hermano a los gijoe´s, que no tienes en tu bañera ni un solo bote de suavizante (el cuarto de baño de una mujer dice mucho de ella), que no sabes, repito,no es que no quieras es que no sabes, llevar esos pequeños bolsos de mano en los que no te caben todo esos papelajos que te da pena tirar al suelo y que acaban aburridos en el fondo de tu mochila,que no sabes lo que es un corrector de ojeras o una máquina para plancharte el pelo. tú, que no tienes conjuntos de ropa interior y no te asustas cuando tus amigos hablan de sexo, te tiras un erupto, y no, no eres graciosa, no, no eres "espontánea": eres una guarra. pero KellyKapouski no, KellyKapouski sabía llevar unos zapatos de tacón. y olía siempre a la misma colonia . por eso se merecía ser tratada como una reina, por eso se le perdonaba todo: porque levantarse peinada y estupenda, estar delgada y tener unas supertetas y ser la mejor anfitriona de fiestas de pijamas del mundo , no es tan fácil como parece... KellyKapouski que estás en lo cielos, de mayor, me pido ser tú.




porcierto: estoy en ese momento del insomnio hostil que ya no se si merece la pena dormir dos horas o seguir escribendo hasta que llegue la hora de irme a trabajar.