Tal vez porque yo llevo más horas vividas y tu no eres más que una niña con poca vida y muchas ganas, te acerques cada noche al café de San Diego a lamerme las heridas...

Y yo, que no soy más que un escritor borracho que busca la catarsis tatuando palabras en trozos de resina, me asusto cada vez que te humedeces los labios y me guiñas un ojo desde el otro lado de la barra ....y te acercas. Tiemblo. recita me dices y yo recito mientras tú escuchas mi poesía como si fueran los acordes de tu música preferida